lunes, 25 de noviembre de 2019

Me va a dar un algo: hipocondria.

Venga, va. Empiezo una serie de posts en la que hablaré de cosas que dan yuyu. Hoy voy a hablaros de la hipocondria.


No se si es una enfermedad mental; en cualquier caso, a mi me gusta describirla como una luna que da vueltas a tu alrededor. Su órbita es muy elíptica, así que a veces está alejada de ti, y entonces te deja en paz y llegas a sentirte como una persona normal. Pero otras veces, cuando menos te lo esperas, se pega a ti más que un bigote de gamba atrapado entre los dientes. En esos días, sientes que cualquier cosa te podría provocar la muerte.

¿Acabo de tener una arritmia? = Me va a dar un infarto.
¿Me duele la cabeza 3 días seguidos? = Tengo un tumor cerebral.
¿Se me olvidan las cosas? = Principio de Alzheimer con 26 años.
¿Me duele la tripa? = Cáncer de colon.
Y así, hasta el infinito.

Sé que suena muy cómico -en parte porque es mi intención quitarle hierro al asunto-, pero esto es muy real, y las personas hipocondriacas lo sufrimos de verdad y tener estos pensamientos de forma recurrente nos genera una ansiedad y preocupación innecesarias. Además casi nadie nos toma en serio. En cada "ataque" de hipocondria la bola se hace más grande y llegamos a preguntarnos si algún día dejaremos de ser así, si viviremos sin miedo y preocupaciones.

Hace muchos años que convivo con la hipocondria. Cuando era más pequeña, los pensamientos eran más leves y pasajeros; pero a medida que fui creciendo, cuando la preocupación llegaba, venía para quedarse y mi mente se quedaba atrapada en los mismos temas funestos durante horas.

Por eso, hace unos meses decidí tomar las riendas e impedir que fuera ella la que tomara el control. ¿Cómo vencer la hipocondria? Al final es luchar contra tu propia mente, y joder, no nos han enseñado esto en ningún colegio.

1) De momento lo que hago es no buscar nada en Google. He perdido la cuenta de las veces que habré buscado en Internet mis síntomas, consultando en foros y leyendo, cual yonki de las enfermedades, posts de otros usuarios que concluían con frases como "mañana voy al médico, ya les contaré". Y ese "mañana" no llegaba nunca y dejaban con las ganas a toda una horda de hipocondriacos. ¿Sabéis lo que le dijeron los médicos a todos esos de los posts? SEÑOR/A, USTED NO TIENE NADA. Por eso no escribían más, menudos capullos. De verdad, nuestro cuerpo es sabio y es fuerte.

2) Ni Google es mi amigo, ni mis amigos son Google. Así que nada de preguntarles a ellos si también les dan "pinchazos en la cabeza de vez en cuando", porque como me digan que no, mi mente ya me estará imaginando en la camilla de una ambulancia mientras firmo mi testamento.

3) Tratar de auto-tranquilizarme Muchas veces nuestros dolores o sensaciones son causados por la propia ansiedad (pinchazos en el pecho, en la cabeza, falta de aire...) y amigos, eso es una mierda pero a la vez una buena noticia porque significa que no nos va a pasar nada malo, no nos vamos a morir por esto. Porque la ansiedad es muy tocapelotas, pero no nos mata. 

4) IGNORA. Ignora como si fuera el típico pesao que te habla por Instagram para pedirte que le pases una foto en el baño al lao del váter. Bloquea esos pensamientos y a otra cosa mariposa. Recita la tabla del 9, busca en Youtube una canción de Los Chichos y marcate un bailoteo o ponte algún vídeo divertido y trata de olvidarte.

He escuchado que esto se cura, y me lo voy a creer. Por ahora esto me está funcionando, así que os animo a probarlo, aunque se que no es fácil. Yo de momento soy mucho más feliz.

BeerBreaker




No hay comentarios:

Publicar un comentario