sábado, 13 de febrero de 2016

Gobstoppers: esas bolas gigantes de caramelo



Hoy vengo a hablaros de estos dulces gigantescos que marcaron un antes y un después en nuestros momentos de recreo en el colegio. En aquella época no tenía ni idea de cómo se llamaban, sólo sé que todo el mundo tenía uno. Hoy he averiguado que se llaman "Gobstoppers", más conocidos como "Jawbreakers" ("rompedores de mandíbulas") en Estados Unidos y Canadá, y no es para menos, porque estos caramelos eran del tamaño de una pelota de tenis y estaban duros como una roca.

No sé quién fue el primero en traer uno de estos monstruitos al patio del colegio, pero su fama se extendió como la pólvora y pronto todos estábamos fardando de tener uno, dándole lametazos continuamente y haciendo competiciones para ver quién llegaba antes al centro, en el que había un chicle (un tanto insulso, la verdad). Pero ojo, esto era un duro proceso que duraba semanas enteras y el enorme "jawbreaker" pasaba este tiempo viajando del bolsillo del abrigo a la boca, del fondo de la mochila a la boca de tus amigos y finalmente del estuche a tu boca de nuevo. Un caramelo muy higiénico, casi tanto como los Two to One, otra delicia de mi infancia a la que podría dedicar una entrada completa.

Aquí una foto de nuestra querida bola de azúcar y sus diferentes etapas.

La verdad es que a día de hoy aún puedo recordar su sabor y la ilusión que me hizo ir a la pastelería a comprarme uno (porque por aquel entonces tampoco había tiendas de alimentación chinas) ¡¡qué vuelvan los Gobstoppers a las aulas!!
BeerBreaker